LECCIÓN No.5
EL ARREPENTIMIENTO: SEGUNDO PASO EN EL CAMINO.
Introducción.
En nuestro camino hacia la salvación encontramos en la Biblia el mapa que nos marca la ruta, en el pecado el gran obstáculo en el camino y en Jesucristo el único camino posible para alcanzar la salvación. Por su parte la fe se nos presenta como el primer paso para llegar a Cristo. En esta lección veremos que el arrepentimiento es el siguiente paso a dar para llegar a Cristo.
I- ¿QUÈ ES EL ARREPENTIMIENTO?
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La palabra “Arrepentimiento” es una palabra griega que significa “Cambio de mente”. (Re = otra vez; Pent = Pensar). Por tanto, arrepentirse es cambiar de forma de pensar o adueñarse de una nueva mentalidad. Este cambio de mente produce un cambio de voluntad, de actitudes, de actuaciones, de carácter, y en fin un cambio de vida.
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El arrepentimiento es un acto de fe, mediante el cual el hombre cambia de opinión en cuanto a su vida de desobediencia y decide vivir en lo adelante haciendo la voluntad de Dios (Mateo 21:28-32; Hechos 26:19,20).
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El arrepentimiento según la Biblia, consiste en una decisión firme de dejar de hacer lo malo y comenzar a hacer el bien (Isaías 1:16-19)- No es suficiente no continuar transgrediendo la ley de Dios, sino también debe despertase en nosotros un deseo por practicar la justicia (Romanos 6:11-13), restituir a quienes hayamos agraviado (Lucas 19:8-10), dar frutos dignos de arrepentimiento (Mateo 3:7,8) y ayudar a los que siguen en su vida de pecado a convertirse a Dios (Salmos 51:13).
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Que nos hayamos arrepentido no quiere decir que ya somos perfectos y que no vamos a pecar jamás (1Juan 1:7-10). Simplemente significa que hemos decido abandonar la práctica del pecado (1Juan 3:7-9). Es decir, que aunque a veces pequemos, no nos conformamos con ese estilo de vida, sino que nos arrepentimos y pedimos perdón y abandonamos el mal. Así que no detengamos nuestra decisión de seguir a Cristo hasta que entendamos que somos perfectos, porque ese momento no va a llegar. Además ¿Para qué entonces nos sirve Jesucristo?.
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No confundamos arrepentimiento con temor. Muchas personas hacen promesas de arrepentirse y servir a Dios cuando se encuentran en un momento difícil, pero cuando todo vuelve a la normalidad, continúan con su vida de pecado (Ver como ejemplo Hechos 24:25-27). Ni es arrepentimiento estar tristes por haber pecado, sino que la tristeza nos guía al arrepentimiento (2Corintios 7:10). Tampoco es un sentimiento de culpa, pues Agripa se reconoció pecador ante Pablo, pero no hizo una decisión ni un compromiso de cambiar su vida (Hechos 26:27-29)
II- LA IMPORTANCIA DEL ARREPENTIMIENTO.
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Cuando meditamos en que Juan el bautista tuvo el arrepentimiento como su tema central de predicación (Mateo 3:1,2). Cuando este fue encarcelado Jesús tomó su lugar predicando el mismo mensaje (Marcos 1:14,15). De igual forma, cuando Cristo iba a subir al cielo comisionó a sus apóstoles a ir por todas las naciones predicando el arrepentimiento (Lucas 24:46,47). El tiempo, el esfuerzo y las energías invertidas por Dios y sus siervos en este propósito nos dicen lo importante que es para Dios este asunto.
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La importancia del arrepentimiento se puede ver en que es un requisito imprescindible para recibir el perdón de pecados (Hechos 3:19). Después del perdón viene también la bendición del Espíritu Santo a la vida del arrepentido (Hechos 2:38). Así que, si no nos arrepentimos seremos condenados con los otros pecadores (Lucas 13:3).
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Con el arrepentimiento es que podemos pasar de muerte espiritual a vida (Hechos 11:18). Los efesios cuando vivían en el pecado estaban muertos (Efesios 2:1-3), pero por la misericordia de Dios y por haberse arrepentido fueron perdonados (Efesios 2:4,5).
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El arrepentimiento es un mandamiento de Dios para todos los hombre de todas partes del mundo (Hechos 17:30). Desobedecer este mandato nos priva del favor de Dios. El pecado nos hacer reos de condenación (Romanos 3:23), de modo que no debemos esperar el día del juicio de Dios para querer obedecer este mandamiento (Hechos 17:30,31), el momento de hacerlo es ahora.
III- DIFICULTADES PARA ARREPENTIRNOS.
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Satanás despierta en el hombre la curiosidad por el pecado. Le hace pensar que pecar es más atractivo que obedecer (Génesis 3:1-6). Una vez que se ha caído en esta trampa, es más fácil hacerlo una segunda vez. Así se va convirtiendo el pecar en un hábito, hasta que la repetición del hábito nos vuelve adictos y esclavos del pecado. Un esclavo no es dueño de su voluntad, sino que hace lo que su Señor quiere (Romanos 7:16-24; 2 Timoteo 2:25,26).
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El hábito de pecar endurece nuestros corazones y nos hacer perder toda sensibilidad y entregarnos al desenfreno (Efesios 4:17-19). De tanto pecar la conciencia se embota y su voz de alerta ya no la escuchamos (1Timoteo 4:2,3). El hombre oye el llamado de Dios, pero pesadamente, porque su estilo desenfrenado de vida no toma en cuenta a Dios (Mateo 13:14,15). Aquí está el problema principal, en que cada vez que el hombre dice que NO a la voz de Dios, su corazón se endurece y es más difícil que se arrepienta (Hebreos 3:12,13).
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Otro asunto que dificulta que el hombre se arrepienta es la falta de conciencia de pecado. La Biblia dice que todo hombre ha cometido pecado y debe ser castigado por eso (Romanos 3:10,23), pero muchas personas insisten en contradecir a Dios y dicen no tener nada de que arrepentirse (1Juan 1:8-10). Si una persona está enferma, pero no lo admite, entonces en lugar de ayudar a la solución de su problema, lo que hace es agravarlo.
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Otra factor muy importante es que a veces una persona quiere en verdad dejar su vida de pecado, pero no tiene fuerzas para hacerlo. Satanás le tiene muy atado a su forma de vida y no encuentra como desatarse. El pueblo de Israel fue esclavo de los Egipcios y no tenía forma de terminar con aquel cautiverio. ¿Qué hicieron ellos para salir?. Clamaron a Dios y Dios los liberó con su mano y su poder (Éxodo 2:23-25). Si el pecador en verdad desea salir del mundo de esclavitud en que vive, puede clamar a Dios y Él le ayudará (Romanos 10:13).
IV- ¿QUÈ HACER PARA ARREPENTIRNOS?
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Comience por considerar quien fue que lo creó a usted (Salmos 100). Incluya en esa meditación quién es que le sostiene con vida hasta el día de hoy (Hebreos 2:10). ¿quién es que te ha dado todo lo que tienes?, la familia, el trabajo, los bienes materiales, etc. (Hechos 17:24,25). Él te ama, y ha hecho todo esto para ti. Incluso envió a su hijo a morir para darte una oportunidad de salvación (Juan 3:16). No lo merecías, pero te la dio (Romanos 5:8). ¿Cómo piensas que se debe responder a tanto amor?.
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La bondad de Dios y su misericordia ha sido grande para con todos, y aun así hemos pagado mal a un ser tan amoroso. Pensar en esto debería movernos al arrepentimiento, al considerar que Dios no merece nuestra indiferencia y rebeldía.
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Pero el amor y la bondad de Dios tienen un límite, y aquellos que menosprecian las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, atesoran ira para el día de la ira y del justo juicio de Dios (Romanos 2:4,5). Él ha señalado un día en el cual juzgar al mundo con justicia (Hechos 17:31), y a establecido para todos los hombres morir una sola vez y después el juicio (Hebreos 9:27). ¿Qué dirás cuando estés delante del tribunal de Cristo? (2Corintios 5:10).
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Dios ama a todos y quiere que todos sean salvos (1Timoteo 2:3,4), para eso envió a su único hijo (Juan 3:17) y para eso envió a sus predicadores los cuales ruegan en el nombre de Dios que el hombre se arrepienta (2Corintios 5:18-20). Pero todo esfuerzo de Dios es inútil si el hombre no hace su parte (2Pedro 3:9).
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Si vives, estas recibiendo oportunidad de Dios para el arrepentimiento. Cada vez que ver a alguien morir debes verlo como una advertencia de Dios de que tu tiempo es limitado en la tierra y deberías arrepentirte (Apocalipsis 9:18-21). Cada nuevo día es una nueva oportunidad. Dios te ha dado tiempo para que reacciones y cambies, porque no quiere castigarte (Apocalipsis 2:21,22). ¿Vas a aprovechar la oportunidad que te ofrece hoy?.
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El arrepentimiento nos mueve a obedecer a Dios sin demora. Cuando nos damos cuenta que hemos ofendido a nuestro creador, debemos tomar una firme decisión de abandonar cualquier cosa que le ofenda. Esta decisión nos conduce a una vida nueva de servicio a Dios, llena de bendiciones y esperanzas. Nos convertimos en nuevas criaturas (2Corintios 5:17). Nacemos de nuevo para andar una vida completamente diferente (Juan 3:5). ¡TE INVITAMOS EN EL NOMBRE DE CRISTO QUE LO HAGAS HOY! “...Si oyeres hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones...” Hebreos 3:15
CONCLUSIONES.
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“Diles: Vivo yo, dice Jehová Señor, QUE NO QUIERO LA MUERTE DEL IMPIO, sino que se vuelva de su camino, y que viva. VOLVEOS, VOLVEOS de vuestros malos caminos; ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel” (Ezequiel 33:11).
2- Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuantos jornaleros en casa de mi Padre tienen abundancia de paz, y yo aquí perezco de hambre!. ME LEVANTARÈ e iré a mi Padre y le diré: Padre, HE PECADO contra el cielo y contra ti. Ya NO SOY DIGNO de ser llamado tu hijo; Hazme como a uno de tus jornaleros. Y Levantándose, vino a su Padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y FUE MOVIDO A MISERICORDIA, y corrió, y se echó sobre su cuello, y LE BESÒ” (Lucas 15:17-20).
Texto para memorizar
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, y vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio (Hechos 3:19).