LECCIÓN No.7
LA IGLESIA: EL LUGAR DONDE ESTAN LOS SALVOS.
Introducción.
Cuando una persona mordida por la serpiente venenosa del pecado reconoce que Cristo es el único camino que tiene para salir del problema, y le busca a través de la fe, el arrepentimiento la confesión de fe y el bautismo, ha hecho todo lo que Dios requiere para ser salvo. Al hacerlo, Cristo mismo lo añade a la iglesia, donde encontrará todo lo que necesitará para perseverar en los caminos del Señor y ser salvo (Hechos 2:41,47).
I-LA IMPORTANCIA DE LA IGLESIA EN EL PLAN DE SALVACIÓN.
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La Biblia enseña que Dios el Padre planificó desde antes de la fundación del mundo salvar al hombre por medio de Jesucristo (Efesios 1:3-5). La iglesia es la institución que estaba en el PROPÓSITO ETERNO DE DIOS para añadir a ella las personas que recibieran la salvación en Cristo (Efesios 3:8-11).
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La palabra “Iglesia” es del griego “Ekklesia” y significa “Los llamados” ò “Los llamados fuera”. Ella està compuesta de personas que han sido llamadas fuera del mundo pecador a través del evangelio (2Tesalonisenses 2:14), para ser llevados al reino de Cristo (Colosenses 1:13; 1Tesalonisenses 1:12). Es en el reino de Cristo; es decir, su iglesia, donde el hombre encuentra las verdaderas oportunidades para servir a Dios.
3- La Biblia identifica la iglesia como el cuerpo de Cristo (Efesios 1:22,23). También describe a Cristo como la cabeza y el salvador de su cuerpo (Efesios 5:23). Murió por ella, comprándola con su sangre (Hechos 20:28), y es el pueblo que viene a buscar en el dìa final (Efesios 5:25-27; Hebreos 9:27-28).
4- Durante la era Mosaica; cuando estaba en vigencia la ley de Moisés, Dios hizo un pacto o acuerdo con una sola nación: Israel (Deuteronomio 5:1-3). Ese pacto excluía de las bendiciones de Dios a toda persona que no fuera Israelita, los cuales eran conocidos como “Gentiles” (Efesios 2:11,12). La ley de Moisés era un muro que separa a Judíos y Gentiles, pero Cristo al morir en la Cruz, quitó esa pared (Efesios 2:13-15). Ahora el Señor a unido a los dos en un solo cuerpo que es la iglesia (Efesios 2:16,19). Ya no se habla hoy de Judíos y Gentiles, porque Dios ha creado de los dos un solo y nuevo hombre: EL CRISTIANO (Efesios 2:15). De manera que personas de todas la naciones se benefician en este tiempo del propósito eterno de Dios de bendecir a todos los hombres cuando estos buscan de Cristo y son añadidos a la iglesia (Efesios 3:5,6,10,11).
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La fe, el arrepentimiento, la confesión de fe y el bautismo no son solo requisitos para ser salvos, sino también para ser añadidos al cuerpo de Cristo que es la iglesia (1Corintios 12:13), porque la iglesia es el grupo de los salvos (Hechos 2:47).
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Dios tenìa en su mente un hermoso plan cuando pensó en la iglesia. Èl quería que ella fuera una familia (Efesios 2:18,19), donde Èl fuera nuestro Padre y nosotros simplemente hermanos (Mateo 23:8-9). Amándonos unos a otros (Juan 13:34,35), ayudándonos en nuestras necesidades materiales (Gàlatas 6:10), y espirituales (Gàlatas 6:1). Sobrellevando los unos las cargas de los otros (Gàlatas 6:2), estimulándonos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:25). Siempre dándonos ánimo para seguir este camino de victoria hasta el fin (1Tesalonisense 5:14).
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Hay quienes a pesar de esto menosprecian la iglesia y no la consideran importante. Ellos dicen cosas como: “La iglesia no salva”. Pero después de haber considerado las evidencias Bíblicas debemos reconocer el lugar estelar que ocupa la iglesia en el plan de salvación de Dios, y admitir que no se puede desligar la cabeza, que es Cristo, del cuerpo, que es la iglesia. Cristo es el salvador, pero ¿A quién viene a salvar?... Piénselo.
II- PERO, ¿CUÁL IGLESIA? .
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Hemos probado lo importante que es la iglesia en el plan de salvación de Dios, pero surgen unas preguntas que es necesario contestar. ¿Cuál iglesia? ¿Acaso no importa cual sea? ¿Son todas buenas? ¿Si hay un solo Dios y una sola Biblia, por què hay tantas iglesias?. Esta última pregunta la vamos a contestar en una próxima división , pero en este punto vamos a considerar la respuesta a las otras preguntas.
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En Mateo 16:18 Jesús dijo: “Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca EDIFICARÈ MI IGLESIA; y las puertas de Hades no prevalecerán contra ella.”. Este texto nos enseña entre otras cosas que Jesús tiene SU IGLESIA. El texto no dice “Mis Iglesias” como si hablara de muchas, sino “MI IGLESIA”, refiriéndose a una. Es cierto que Romanos 16:16 nos hablas de “Las iglesias de Cristo”, pero el apóstol Pablo no se refiere a muchas iglesias con organización, doctrinas y practicas distintas, sino más bien a congregaciones locales esparcidas por diversas partes del mundo, pero con la misma organización, la misma creencia y las mismas prácticas.
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Si Cristo tiene su iglesia no podemos decir que no importa en cual iglesia estemos, porque entonces estaríamos igualando la iglesia que Cristo edificó con las organizaciones creadas por los hombres. Estaríamos igualando lo divino a lo humano.
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La Biblia identifica a la iglesia como el cuerpo de Cristo. ¿Cuántos cuerpos tiene Cristo?. Decir que todas las iglesias son de Cristo, cuando cada una cree y practica cosas contradictorias, es lo mismo que decir que Cristo es autor de confusión, lo cual no es cierto (1Corintios 14:33,40). Es algo tan confuso como decir que Cristo es un monstruo que tiene una cabeza y cientos de cuerpos. La realidad es que Cristo tiene UN CUERPO del cual Èl es LA CABEZA o autoridad (Colosenses 1:18). Por otro lado, las iglesias humanas son cuerpos extraños que no son mencionados en la Biblia y que tienen sus propias cabezas o grupos de hombres que ejercen autoridad y dan mandamientos para sus fieles. Cristo es el salvador de su Cuerpo (Efesios 5:23), eso lo sabemos. Lo que no sabemos es quién será el salvador de estos grupos religiosos inventados por los hombres (Hechos 4:12).
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También en las escrituras se nos presenta la iglesia como la esposa de Cristo (2Corintios 11:2; Romanos 7:1-4; Efesios 5:25-27). ¿Cuántas esposas tiene Cristo?. Decir que todas las iglesia son de Cristo es decir que Cristo es un polígamo. Piénselo.
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Es un hecho que en la Biblia NO se nos habla de otra iglesia que no sea la que Cristo edificó. Las demàs iglesias surgieron muchos siglos después como veremos en lo adelante, pero mientras, nos encontramos en medio de una maraña de grupos religiosos sin saber cuál de ellos dice la verdad y cual no. Es por esto que el siguiente punto de este estudio se dedica a explicar cómo identificar la iglesia que Cristo edificó.
III- ¿CÓMO IDENTIFICAR A LA IGLESIA DE CRISTO?.
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Cuando consideramos a Mateo 16:18 no comentamos sobre la última parte del verso donde el Señor dice: “Edificaré mi iglesia; Y LAS PUERTAS DEL HADES NO PREVALECERAN CONTRA ELLA.”. El Hades es el lugar donde van los espíritus de las personas que han muerto. El Hades siempre viene después de la muerte (Apocalipsis 6:8; 20:13). De manera que el Señor está diciendo que la iglesia nunca iba a morir. Así que podemos estar seguros que la iglesia de Cristo existe hoy, pues la palabra de Dios es verdad. Cuando Daniel profetizó de los 4 reinos mundiales, dijo que en los días del cuarto reino (El imperio romano) el Dios del cielo levantaría un reino que no sería JAMAS DESTRUIDO (Daniel 2:40-44). Ese reino es la iglesia (Mateo 16:18,19; Hebreos 12:28). Asì que partiendo del hecho de que ella existe vamos a disponernos a identificarla y diferenciarla de las demás.
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La primera característica que deseamos señalar para poder identificar a la iglesia del Señor es su actitud. La actitud de la iglesia del Señor es de absoluto respeto a Cristo que es su cabeza y a su palabra que es la que nos revela la voluntad de Cristo. Es por esto que leemos que la iglesia persevera en la doctrina de los apóstoles, lo que es lo mismo decir, en las enseñanzas de Cristo (Hechos 2:42; Mateo 10:40). El Espíritu Santo advierte a través del apóstol Juan que cualquiera que se extravía de la doctrina de Cristo no goza del favor ni de la aprobación del Padre ni del hijo (2Juan 9). De manera que el sello de la iglesia fiel de Cristo es su apego total a lo establecido por la cabeza que es Cristo. “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Èl: Si ustedes PERMANECEN EN MI PALABRA, SERAN VERDADERAMENTE MIS DISCÍPULOS.” (Juan 8:31). De modo que la condición para que el Señor nos considere sus discípulos verdaderos es que PERMANEZCAMOS APEGADOS A SU PALABRA.
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Con lo antes presentado como base, continuamos señalando que otra característica que distingue a la iglesia del Señor es su nombre. A las diferentes congregaciones locales se les conocía como “Iglesias de Cristo” (Romanos 16:16). O “Iglesias de Dios” (1Corintios 1:2), señalando simplemente a quienes pertenece. A los creyentes particulares se les conocía como “Discípulos” (Hechos 20:7; 16:1) o como “Cristianos” (Hechos 11:26; 26:28,29; 1Pedro 4:14-16). Los nombres inventados por los hombres para designar a la iglesia o a los creyentes, lo único que hacen es crear confusión y división, y decirnos que se trata de una secta religiosa, pero no de la iglesia del Señor. Además de lo mencionado son condenados en la Biblia (1Corintios 1:10-15).
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La doctrina de la iglesia es otra de sus características. Su enseñanza está totalmente basada en la Biblia. Las doctrinas de los hombre son vanas (Mateo 15:8,9; Colosenses 2:20-23). La palabra de Dios esta completa y es perfecta para todo lo que necesitamos hacer, por tanto no hacen falta los manuales humanos, ni los profetas modernos (Véase 2Timoteo 3:15-17; Gàlatas 1:6-12). La única manera de hablar todos una misma cosa (1Corintios 1:10) es dejando las opiniones humanas y aceptando las escrituras como nuestra ùnica regla de fe (2 Juan 9-11). La palabra de Dios es la semilla que se siembra (Lucas 8:11; 1Pedro 1:23). Las semillas permanecen inalterables con el tiempo. Una semilla de mango siempre dará mango, aun dentro de cientos de años. Asì mismo la palabra de Dios ha permanecido inalterada por los siglos. Si la sembramos hoy igual que como hicieron los apóstoles en el primer siglo, vamos a obtener el mismo resultado: LA IGLESIA DEL SEÑOR.
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La organización de la iglesia es también algo que la caracteriza. La Biblia habla de la iglesia en dos sentidos; en el universal y en el local. En sentido universal la palabra iglesia se refiere al conjunto de todos los salvos sobre la tierra (Mateo 16:18; Hechos 2:47). Cristo es la única cabeza de la iglesia universal (Efesios 1:22,23). En sentido local, la palabra iglesia se usa para designar a grupos de cristianos que se organizan en diferentes partes para obrar en conjunto (Romanos 16:16). Estas iglesias locales son autónomas o independientes unas de otras, teniendo cada una sus propias autoridades (Hechos 14:23). Cada iglesia debería tener ancianos y diáconos (Filipenses 1:1). Cuando la iglesia local està en una etapa de inicio puede ser dirigida por un evangelista que debe procurar lo antes posible establecer obispos para corregir esta deficiencia (Tito 1:5). Pero no hay nada de “Jefes” en la iglesia, Cristo es el Jefe. Tampoco deben existir títulos humanos y pomposos como son “Reverendo” “Arzobispo” “Evangelista internacional” y otros parecidos (Mateo 23:6-12). La organización de la iglesia del Señor es una organización Bíblica, sin centralización: Cristo es nuestra central.
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La misión de la iglesia es otra de sus características. La misión para la cual Dios estableció la iglesia es totalmente espiritual. Consiste básicamente en predicar el evangelio a los perdidos (Efesios 3:10; Mateo 28:18,19), Edificar a sus miembros, instruyéndoles en todo lo que el Señor requiere de ellos (Efesios 4:11-16; Mateo 28:19,20). Y Ayudar a los fieles en sus necesidades materiales (Hechos 11:27-30; Romanos 15;25,26). La iglesia no es una entidad social, política o económica. No es su razón de ser entretener a la gente, u orientarlos en asuntos puramente de este mundo, sino hacer todo lo posible por salvar sus almas.
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El carácter de la iglesia es la última característica que vamos a nombrar para ayudar a identificarla. La iglesia en una entidad que se caracteriza mas que todo por el amor. Esto es lo que el inconverso vigila con màs celo al buscar la iglesia (Juan 13:34,35). Igualmente su pureza. La iglesia no solo no practica la mundanalidad (Romanos 12:1,2; 2Corintios 6:14-7:1), sino que tampoco la consiente entre sus miembros (2Tesalonisenses 3:14-16; 1Corintios 5:11). Cristo viene a buscar a un pueblo santo (Efesios 5:27), Y eso debe ser la iglesia.
IV- ENTONCES ¿POR QUÈ HAY TANTAS IGLESIAS?.
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Es un hecho que no amerita ser discutido que la Biblia habla de una sola iglesia, y que ella està compuesta de individuos obedientes de todas las naciones bajo el cielo. Aquellos que permanecen en la palabra de Cristo, teniéndole por cabeza, sin seguir los mandamientos y las tradiciones de los hombres. ¿Entonces, por què hay tantas iglesias? ¿Por què no existe solo una como fue durante siglos?. Considere los siguientes hechos Bíblicos e históricos...
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Cristo prometió edificar su iglesia (Mateo 16:18). Lo hizo en el día de Pentecostés; Aproximadamente 50 días después de su muerte. Los apóstoles fueron los responsables de dar cumplimiento a esta promesa (Hechos 2:36-47). Esa iglesia que comenzó a partir de ese día era tal como Cristo la quería (Hechos 2:42). Los apóstoles fueron celosos vigilantes de que se mantuviera el orden establecido por Cristo. Lamentablemente a la muerte de ellos, fueron introduciéndose en la iglesia herejías que dañaron la pureza del reino.
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En Hechos 20:28-32, el apóstol Pablo profetisa que después de su partida entrarían en medio del rebaños lobos rapaces, de entre los mismos hermanos, cuyo fin sería ATRAER TRAS ELLOS A LOS DISCÍPULOS. El cristiano que pusiera atención y siguiera las enseñanzas de estos “Lobos rapaces”, caería en apostasía, o sea, en apartarse de la verdad, y en formar su propio grupo religioso. Por eso el apóstol les encomienda a Dios y a su palabra para que puedan soportar la prueba.
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Otros textos que hablan de lo mismo son 2Tesalonisenses 2:1-12; 1Timoteo 4:1-5; 2Timoteo 4:1-4. En este último la Biblia dice: “Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí MAESTROS CONFORME A SUS PROPIOS DESEOS; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos.” (Vs.3,4 Versión Biblia de las Américas). La sana doctrina de Cristo nos obliga a no ir más allá de lo que está escrito (1Corintios 4:6). Pero algunos no soportarían esta limitación y se buscarían como lo hacen hoy, hombres inescrupulosos que les prediquen lo que ellos desean oír (1Timoteo 6:3-5). Y mientras existe demanda habrá oferta, porque en el mundo hay de todo.
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Fue así como se fueron operando gradualmente ciertos cambios en la doctrina y en la organización de la iglesia de Cristo que culminaron en la formación de la hoy conocida iglesia católica romana en el año 311 de la era cristiana. Estos cambios fueron de algunos, pero no de todos (1Timoteo 4:1). Los que se mantuvieron apegados a la doctrina de Cristo tuvieron que pagar caro no haberse montado en el tren de las mayorías, pero con su sacrificio mantuvieron el evangelio puro de Cristo.
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Algunos de los cambios màs importantes que se pueden señalar en el camino hacia la apostasía fueron: La corrupción de la organización de la iglesia. Las iglesias que eran independientes con su gobierno local, dirigidas por una pluralidad de ancianos, obispos o pastores, que se encargaban de gobernar una sola iglesia (Hechos 20:28; 1Pedro 5:2), fue cambiado por un sistema donde un obispo más destacado o carismático que otro, se hizo oficial sobre varias congregaciones. Luego se hizo oficial sobre una región, creciendo en autoridad y recibiendo el nombre de “Arzobispo”, hasta que en el año 606 D.C. Bonifacio III se hizo llamar obispo universal, dando inicio al papado romano.
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Estos cambios en la organización constituyeron un autentico golpe de estado a Cristo como cabeza de la iglesia. Ahora los apostatas tenían una cabeza visible sobre la tierra, el cual encabezaría una serie de cambios en la doctrina de la iglesia que repercutirían en su conducta. Por ejemplo, aunque la Biblia exige que los obispos deben ser hombre casados (1Timoteo 3:2), en el siglo 4 D.C. los apostatas prohibieron a sus obispos casarse, cumpliendo asì con la profecía de 1Timoteo 4:1-3. Esta prohibición condujo a toda clase de inmoralidades dentro de los “Obispos”, los cuales, a veces en secreto y otras a la luz publica, vivían una vida cargada de fornicaciones y concupiscencias, en lugar de ser intachables como la Biblia requiere (1Timoteo 3:1,2).
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Algunos hombre bien intencionados clamaban por una reforma dentro de la iglesia, dentro de los cuales se pueden destacar a Martín Lutero, Juan Knox y Juan Calvino. Desgraciadamente sus esfuerzos desembocaron en la formación de diversos grupos religiosos. Los seguidores de Lutero adoptaron el nombre de “Luteranos”; Los seguidores de Juan Calvino se llamaron “Presbiterianos”. Los seguidores de otros líderes como Juan Wesley se llamaron “Metodistas”, otros “Anglicanos (Episcopales) y Bautistas que surgieron de la llamada “reforma protestante”.
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En los Estados Unidos durante el siglo 19 se desarrollaron una serie de iglesias a raíz de movimiento de avivamiento que tenían más o menos las mismas características de las de la reforma protestante, pero casi todas reclamaban tener un “Hombre inspirado” o profeta que ejerce las origina, y un grupo de hombres que ejercen la autoridad en ellas. Entre las referidas están la mormona (año 1830), adventista (1831), testigos de Jehová (1879) y pentecostales, incluyendo asambleas de Dios, iglesia de Dios de la profecía y muchas otras (1900).
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Todas estas sectas tienen un fundador humano, una cabeza humana, nombres humanos, organizaciones humanas, cultos humanos, credos humanos y misiones humanas. La iglesia del Señor no es una secta, no es católica, protestante ni evangélica. Es simplemente el cuerpo de Cristo, el cual el fundó, del cual es cabeza y al cual viene a buscar. “Si Jehová no edificare la casa, EN VANO TRABAJAN LOS EDIFICADORES...” (Salmos 127:1).
CONCLUSIONES.
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La iglesia forma parte insustituible en el plan de salvación de Dios. Allí el Señor añade a los que han de ser salvos. Ella es una familia de comunión, donde persevando en la doctrina de Cristo esperamos su segunda venida (Hebreos 9:28).
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Las iglesias inventadas por el hombre no tienen ningún valor delante de Dios. Recuerde que no hay en el hombre salvación. Se necesita que todo ser humano que busca su salvación procure que nadie lo extravíe sus propósitos. Busque la iglesia del Señor, donde Cristo es la cabeza y se obedece solo a su voluntad.
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Usted puede ser parte del cuerpo de Cristo desde hoy mismo. Obedezca los requisitos para la salvación y estará obedeciendo los requisitos para ser miembro de la iglesia del Señor, pues la iglesia es el lugar donde son añadidos los salvos. LA IGLESIA NO SALVA, PERO NO HAY SALVOS FUERA DE LA IGLESIA.