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LECCIÓN No.3

JESUCRISTO: EL ÚNICO CAMINO.

 

 

 

Introducción.

 

En nuestro camino hacia la salvación hemos recibido el mapa que nos marca la ruta, pero al emprender el viaje nos hemos encontrado con un enorme obstáculo que  por nosotros mismos somos incapaces de poder quitar. Ese obstáculo es el pecado. Para poder vencerlo sólo hay uno que reúne la virtud, el deseo y la fuerza para podernos ayudar. Ese que tiene esas condiciones es nuestro Señor Jesucristo.

 

  • CRISTO FUE MOLIDO POR NUESTROS PECADOS (ISAÍAS 53:5).

 

 

  1. El pecado es resultado del egoísmo del hombre. Trae como consecuencia la muerte física del ser humano (Romanos 5:12), pero también la muerte espiritual (Romanos 6:23). Cristo acepta pagar con su vida el precio de nuestra redención. Él no tenía que hacerlo, pero por amor decidió ser: “...Herido por nuestras rebeliones, molido por NUESTROS PECADOS; el castigo de NUESTRA PAZ fue sobre él, y por su llaga fuimos NOSOTROS CURADOS” (Isaías 53:5).

 

  1. Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). Como ser humano fue tentado en todo igual que nosotros, pero nunca cedió ante la tentación (Hebreos 4:15). Por esto vivió una vida perfecta sin pecar jamás (1Pedro 2:21-24). Su sangre preciosa constituye el único remedio capaz de quitar nuestros pecados (1Pedro 1:18,19). Su sacrificio hecho en sustitución nuestra es aceptado por el Padre porque es la muerte del JUSTO POR LOS INJUSTOS (2Corintios 5:21).

 

  1. Para hacer el trabajo de sustituirnos el Señor tuvo que pasar por cosas muy difíciles. Lo primero que tuvo que sufrir fue el rechazo y el menosprecio de los de su propio pueblo (Juan 1:11). Fue menospreciado por ser pobre y no tener abolengo (Isaías 53:2; Juan 1:46). Por no ser la clase de Mesías que ellos deseaban (Juan 5:39-43). Por juntarse con los despreciados de la sociedad (Lucas 7:31-34).

 

  1. Pero Jesús sufrió mucho también en el aspecto físico. Fue golpeado, escupido en el rostro y abofeteado varias veces (Mateo 26:57,67). Los romanos le azotaron antes de crucificarle (Juan 19:1). En estos procesos muchos presos morían, porque eran unos azotes de tres cuerdas, con pedazos de metal o huesos entretejidos  en las puntas de las cuerdas. Un verdugo daba 49 de estos azotes en la espalda desnuda del reo (Esto le hicieron a Cristo).

 

  1. Además le pusieron una corona hecha en base a espinas la cual causaba un intenso dolor en la frente del reo y le provocaba infecciones purulentas.

 

  1. Finalmente le obligaron a cargar una cruz hasta el lugar de la crucifixión. Jesús estaba tan débil por los azotes que no pudo cargar la cruz (Mateo 27:32). La cruz era un instrumento cruel de tortura. Los romanos no lo aplicaban a sus ciudadanos, sino a los de otras naciones para mantenerlos sujetos.  Los médicos dicen que además de los horribles dolores y calambres, los clavos producían una fuerte infección e inflamación de los tejidos del crucificado. Esto iba acompañado de intensa sed por la deshidratación. Además los músculos de las manos y de los pies se desgarraban poco a poco por la fuerza que ejercía el peso del cuerpo que descansaba en los clavos. El reo tenía dificultad para respirar, porque la presión de la sangre era afectada por los fuertes dolores. También sufrían fiebres, convulsiones, mareos, alucinaciones  y desmayos. Si a esto le sumamos las burlas del pueblo que fue a verlo, podemos tener un cuadro más o menos fiel del dolor físico que pasó Jesús. Ahora, por favor, lee detenidamente Isaías 53:4-5.

 

 

  • CRISTO ES LA GRAN MUESTRA DE AMOR DEL PADRE (ROMANOS 5:6-8).

 

  1. Uno de los textos Bíblicos más conocidos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). El amor de Dios hacia nosotros lo lleva a sacrificar lo más preciosos que tenía, que es su único Hijo. Para Dios el alma de una sola persona vale más que todo lo que hay en la tierra (Mateo 16:26,27). El Padre no puede permitir que tú te pierdas sin hacer su mejor esfuerzo, porque para Él vales muchísimo. (Compara con Lucas 15:1-6).

 

  1. La Biblia enseña como todo ser humano ha pecado (Romanos 3:10), a causa de lo cual estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Lo que merecen nuestras infidelidades al creador es castigo eterno (Apocalipsis 21:8). No tenemos derecho a exigir nada a Dios. Él nos lo ha dado todo, pero no hemos correspondido a esa inmensa bondad. A pesar de eso: “...Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”(Romanos 5:8).

 

  1. En verdad Dios nos ama. Se interesa por nuestro bienestar y está pendiente a todo aspecto de nuestra vida. Desea que nos salvemos y vivamos a su lado para siempre. Para salvarnos envió a su hijo la primera vez (Juan 3:17) y para que no nos perdamos no lo ha enviado una segunda vez (2Pedro 3:9).

 

  1. Por ese amor y esa misericordia nos ha dado una oportunidad para que seamos perdonados de nuestros pecados  y heredemos su reino. “En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1Juan 4:10). Has recibido una oportunidad de escapar de esta perversa generación y hallarle sentido a tu existencia sirviéndole al Dios verdadero. ¿Qué vas a hacer con esa oportunidad?

 

 

  • EN NINGUN OTRO HAY SALVACIÓN (HECHOS 4:12).

 

  1. Si queremos ser salvos debemos pensar en Jesús. Él es absolutamente imprescindible, por es el autor y consumados de la fe (Hebreos 12:1,2). Él es nuestra única esperanza de obtener el perdón y la liberación de nuestros pecados. El pecado es una deuda que no podemos pagar, pero Cristo pagó el precio por nosotros

  2. Sólo Cristo venció sobre la muerte y el pecado (Hebreos 2:14). Él quita la pared que nos separa del Padre (Isaías 59:1-2) y nos abre las puertas de todas las bendiciones espirituales (Efesios 1:3).

 

  1. Jesús mismo dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino no es por mí” (Juan 14:6). No hay otro camino que nos conduzca al Padre (Efesios 2:18,19), ni otra puerta por donde entrar al cielo (Juan 10:9).

 

  1. El apóstol Pedro preguntó: “¿A quién iremos?(Juan 6:68). Nosotros nos hacemos la misma pregunta: ¿A quién iremos? Si sólo Él es digno (Apocalipsis 5:8-14), si sólo Él tiene todo poder en el cielo y en la tierra. Si sólo en Él habita corporalmente TODA la plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9). ¿A quién iremos si existe un solo mediador entre nosotros y Dios (1Timoteo 2:5).? ¿A quién iremos si ninguno puede poner otro fundamento que el que está puesto el cual es Cristo (1Corintios 3:11)? ¿A quién iremos si Él tiene palabras de Vida Eterna?

 

  • JESÚS ES DIOS HECHO HOMBRE (MATEO 1:23).

 

  1. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el VERBO ERA DIOS.” (Juan 1:1). A muchos les resulta difícil entender esta gran verdad, pero la palabra enseña claramente que Jesús es Divino. “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el SER IGUAL A DIOS como cosa a que aferrarse. Sino QUE SE DESPOJÓ A SI MISMO, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;” (Filipenses 2:6,7). Cuando el ángel anunció a José el nacimiento de Jesús, le dijo que su nombre se llamaría Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros (Mateo 1:23; Isaías 7:14). Favor de leer también 1Timoteo 3:16.

 

  1. Estando en su condición de hombre Jesús dice que el Padre es mayor que él (Juan 14:28) y que hay ciertas cosas que sólo el Padre sabe (Mateo 24:36). Recuerde que Filipenses 2:8 enseña que el siendo Dios se hizo siervo y había ciertas atribuciones que como siervo obediente no debía manejarlas Él, sino su Padre. Esto, sin embargo no impide que en Él habite corporalmente toda la plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9). Es decir, que Jesús tiene todos los atributos que pertenecen sólo a Dios.

 

  1. Jesús tiene cosas que sólo el Dios verdadero puede tener. Él tiene eternidad (Miqueas 5:2); Omnipotencia (Mateo 28:18); Capacidad para perdonar pecados (Lucas 5:17-26); Dignidad para recibir adoración (Hebreos 1:6; Apocalipsis 1:5,6; 5:12-14); Inmutabilidad, o sea que no cambia (Hebreos 13:8).

 

  1. Cuando hablamos de Jesús no estamos hablando de un dios de segunda categoría, creado por otro superior a él, antes bien, estamos hablando del Dios verdadero (1Juan 5:20), del creador de todas las cosas (Juan 1:1-3; Colosenses 1:15-16). Estamos hablando de aquel nos permite respirar, comer, trabajar, etc. Porque Él es el sustentador de todas las cosas (Hebreos 2:9-10; Colosenses 1:17).

 

  1. Jesús merece la misma honra que el Padre (Juan 5:18,23). Los seres celestiales lo saben y le dan gloria y honor como Dios (Apocalipsis 5:12-14). Él es cabeza de la iglesia (Colosenses 1:18), y el juez de vivos y muertos (1Timoteo 4:1).

 

 

  • EL QUE LE SIGUE NO ANDARÁ EN TINIEBLAS (JUAN 8:12).

 

  1. Jesús hace un llamado a todos ser humano trabajado y cargado, para que venga a él con la promesa de que le hará descansar (Mateo 11:28-31). En Cristo podemos nacer de nuevo del agua y del Espíritu (Juan 3:5,6) y ser nuevas criaturas (2Corintios 5:17).

 

  1. El que practica el pecado anda en tinieblas y no sabe hacia donde va (Juan 12:35,36), pero Jesús es la luz del mundo y puede iluminar tu vida y darle un sentido nuevo (Juan 8:12).

 

  1. Debemos seguir a Jesús antes que a las tradiciones que aprendimos de nuestros padres (1Pedro 1:18; Mateo 10:34-37).

 

  1. Hay que oír la voz de Jesús y seguirle antes que la voz de nuestras opiniones o de nuestra conciencia (Vea por ejemplo Hechos 23:1; 26:9-11).

 

  1. Debemos seguir a Cristo por encima de las tradiciones religiosas (Mateo 15:8,9; Colosenses 2:16-23).

 

  1. Hay que seguir a Cristo por encima de las doctrinas que enseñan los líderes religiosos humanos (Mateo 15:8-14; Salmos 127:1).

 

  1. Hay que seguir a Cristo porque el sacia nuestra hambre (Juan 6:48,51), quita nuestra sed (Juan 4:13,14) y nos da  vida  (Juan 10:10,11).

 

 

CONCLUSIONES.

 

  1. Jesús ha existido desde siempre como Dios al lado del Padre. En un esfuerzo porque nuestra alma no se pierda se hizo hombre para venir a la tierra, vivir como nosotros. Su deseo es que tu te salves (Lucas 9:56). para eso se encarnó (Mateo 1:21)  para eso vino (Mateo 20:28) vivió entre nosotros (Lucas 19:10) y murió. Pero al final la decisión es nuestra si le queremos corresponder a su amor  o si le vamos a rechazar.

 

  1. “Miren que nadie les engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos de este mundo, y no según Cristo. Porque en Él habita corporalmente  toda la plenitud de la Deidad, y USTEDES ESTAN COMPLETOS EN ÉL,  que es la cabeza de todo principado y potestad. (Colosenses 2:8-10). En Cristo estamos completos, no necesitamos otro mediador u otro salvador porque Él suple cabalmente todas nuestras necesidades físicas y espirituales.

 

3- ¿Qué esperar para seguir a Cristo? ¿Esperas un llamado especial? Cristo te está llamando en este preciso instante que lees estas líneas (Juan 7:37,38; Apocalipsis 3:21). “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyeran Hoy su voz, No endurezcan sus corazones” (Hebreos 3:7,8).

 

 

 

Texto para meditar

 

“El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que està sentado en el trono, Y AL CORDERO, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:12,13).

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